La Agrupación para la Defensa de la Población y los Recursos Afrocaribeños convocó a las movilizaciones en rechazo a las medidas económicas impuestas por Francia y al subsecuente encarecimiento de los productos y tarifas.
Esa organización fue la única que se opuso y no firmó la semana pasada un acuerdo sobre el descenso de precio de seis mil productos, porque la demanda era para rebajar los costos a 40 mil.
Aparte de llamar al movimiento de desobediencia civil, pidió que el ministro francés de Ultramar, François-Noël Buffet, viaje a Martinica para resolver el problema de una vez.
Mientras, las autoridades locales decretaron una extensión hasta el próximo 28 de octubre del toque de queda y lo reforzaron con una veda a la comercialización de productos inflamables, pues así se plantean evitar los incendios de negocios y vehículos.
No obstante, decidieron aplicar la medida a diario entre las 00:00 y las 05:00, hora local, para no perjudicar las espectáculos culturales y las actividades deportivas.
Desde septiembre pasado estallaron las manifestaciones sin precedentes en el territorio caribeño de dominio francés y el movimiento social rechaza el encarecimiento de los bienes de consumo y alza de tarifas.
Municipios enteros se sumaron a la acción, aunque ello significó una paralización de la vida socioeconómica con el cese de las labores en los organismos vinculados a la administración pública.
Las autoridades impusieron varios toques de queda y París desplegó una fuerza militar para controlar las protestas, similares a las desarrolladas en 2019 y 2021, porque el salario mínimo no se equipara con el de la clase trabajadora en Francia continental.
Hasta el momento, al menos una persona murió, hay varios heridos y decenas de detenidos porque los actos de descontento incluyeron enfrentamientos con la policía, ubicación de barricadas e incendios a comercios y vehículos.
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