El Museo pagó 8,6 millones de euros por el retrato de la campesina, lo que lo convierte en uno de los cuadros de Van Gogh más caros jamás comprados por una institución, de acuerdo con el periódico Art Newspaper.
El retrato, que representa a Gordina de Groot, permanecerá expuesto de forma permanente en la institución cultural.
Según reseña la web del Museo, en el invierno de 1884-1885, Van Gogh pintó en Nuenen (Países Bajos) una gran serie de pinturas: estudios de cabezas de trabajadores agrícolas.
En aquella época, las campesinas de Brabante llevaban tocados blancos y estos le intrigaron al pintor por el contraste con sus rostros, que permanecían parcialmente en la sombra.
De todos los estudios de cabezas de Nuenen, esta mujer es la única cuyo nombre se conoce: Gordina de Groot.
El cuadro en cuestión representa a esta mujer, hija de un granjero y una de las cinco personas que aparecen sentadas en el mítico cuadro de Van Gogh, Los comedores de patatas.
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