Reportes periodísticos sin embargo indicaron que hubo al menos nueve detenidos, los cuales serán entregados al Ministerio Público por hechos como la quema de neumáticos para impedir la circulación vehicular, lo que es un delito, refirió Santiváñez.
Adrianzén afirmó que la jornada de protesta fue pacífica en más del 90 por ciento y celebró que los manifestantes hubieran entendido que se debe protestar pacíficamente.
En una conferencia de prensa, los citados funcionarios presentaron un informe en el que sostuvieron un panorama de normalidad con cifras de actividad laboral y de manifestantes muy por debajo de la percepción casi unánime de los periodistas, recogida por casi todas las estaciones de radio y televisión.
Durante el día, más de un entrevistador discutió abiertamente con la Policía y miembros del Gobierno, a los que acusaban de minimizar lo que, entendían, fue un paro cuyo efecto se evidenciaba en el notable descenso de la circulación de vehículos.
Desde diversos puntos, los huelguistas marcharon en algunos casos decenas de kilómetros para converger en el centro de la ciudad, más específicamente, y allí cientos de los 13 mil policías y cuatro mil militares, aislaron la Plaza de Armas, donde se encuentra el Palacio de Gobierno.
Un contingente de uniformados formó una barrera infranqueable en el frontis del Palacio Legislativo, conteniendo durante varias horas a choferes, pequeños comerciantes, boticarios, maestros, estudiantes y vecinos de los barrios populares.
Los marchistas, una multitud, según parecer casi unánime de los reporteros, esperaron ser recibidos por alguna autoridad parlamentaria, pero el Congreso estaba en su semana de receso de actividades.
Hubo también protestas y cierres de vía en regiones andinas como Junón y Ayacucho, en el norte de la región de Lima y la norteña ciudad costera de Chimbote, entre otros puntos.
Tras el balance gubernamental, se realizó una conferencia de prensa en la que el ministro del Interior fue consultado sobre su posible renuncia, que demandan numerosos críticos, según los cuales ha fracasado ante el desborde de la criminalidad.
Arropado por la ratificación expresa que le otorgó la presidenta Dina Boluarte, Santiváñez expuso cifras de detenciones de miles de delincuentes y grupos criminales desarticulados para sostener, contra viento y marea, que su gestión es exitosa.
Los dirigentes de la protesta ratificaron la demanda de retiro del ministro y advirtieron que continuarán sus protestas con paros escalonados, es decir en una u otra región.
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