“Lo dije desde la campaña, cuando ganamos la elección y ahora como presidenta. Y también (continuará) todo lo que interpuso el gobierno del presidente (Andrés Manuel) López Obrador en instancias internacionales por la violación a la soberanía de nuestro país en el caso” de la sede diplomática, apuntó.
Fuerzas de seguridad de la nación andina ingresaron de manera violenta en la noche del 5 de abril a esas instalaciones para detener a Glas, considerado un perseguido político y quien había solicitado asilo y le fue otorgado por México.
A raíz del hecho, México rompió relaciones con Quito y catalogó la irrupción como una violación a la soberanía, al derecho de asilo y al de todos los países a tener protección en sus misiones.
Posteriormente, la nación norteamericana impuso una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, en la cual pidió entre otros asuntos la suspensión de Ecuador como integrante de la ONU en tanto no se emitiera una disculpa pública.
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