La ofensiva israelí mantiene a esa porción del enclave inaccesible para la ayuda humanitaria mientras los civiles están atrapados bajo los escombros.
“Los enfermos y heridos carecen de atención sanitaria vital; las familias carecen de alimentos; sus hogares han sido destruidos. No tienen refugio y ningún lugar es seguro”, dijo a la prensa Farhan Haq, portavoz adjunto del secretario general de la ONU, António Guterres.
El derecho internacional humanitario exige que los civiles tengan lo esencial y necesario para sobrevivir: comida, refugio, atención médica y otra asistencia crítica, reclamó el vocero.
Por su parte, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reiteró su demanda para acceder al norte y proporcionar ayuda humanitaria rápida y sin obstáculos a la población necesitada.
La interrupción del flujo de insumos obligó a posponer la campaña de vacunación contra la polio en esa región debido a la escalada de violencia, los intensos bombardeos, las órdenes de desplazamiento masivo y la falta de pausas humanitarias, aseguró la OCHA en una actualización.
Las condiciones actuales, incluidos los continuos ataques a la infraestructura civil, ponen en peligro la seguridad y el movimiento de las personas al norte, lo que hace imposible que las familias lleven a sus hijos a vacunarlos de manera segura y que los trabajadores de la salud operen, alertó al respecto Haq.
Este miércoles, el personal sanitario del organismo y sus socios planeaban el inicio de la fase final de la campaña que espera llegar a más de 119 mil menores en esa zona.
El organismo consideró imperativo detener el brote de polio en Gaza, antes de que más niños queden paralizados y el virus se propague.
“Para interrumpir la transmisión, al menos el 90 por ciento de todos los menores en cada comunidad y barrio deben estar vacunados. La campaña de vacunación debe facilitarse en el norte mediante la implementación de pausas humanitarias”, reiteró el portavoz de Guterres.
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