Al intervenir en la ciudad de Kazán en la XVI Cumbre de los Brics (Brasil, Rusia India, China y Sudáfrica), el mandatario llamó a reformar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, “escuchando todas las demandas de manera igualitaria y considerando a aquellos nuevos actores de poder”.
“Apostamos por el fortalecimiento del nuevo Banco de Desarrollo -sostuvo el jefe de Estado-, una institución clave para financiar proyectos a países en desarrollo como Bolivia y para lograr un futuro más próspero y equitativo”.
Recordó Arce actos de desestabilización e intentos de supresión de democracia legalmente constituida a través de golpes de Estado en pueblos que son potenciales víctimas del poder occidental en su afán de prolongar el control que mantiene del mundo desde 1945.
“Nos referimos a Venezuela y su petróleo, a Bolivia y su litio, así como Honduras y Colombia por su posición geoestratégica, para solo hablar de América Latina”, precisó.
Agregó que más allá de esos macro problemas engendrados por el unipolarismo, en estos momentos fundacionales la Federación de Rusia acoge la presidencia pro témpore de los Brics con la promesa de que su acción promoverá toda la gama de asociaciones, cooperación y articulación en tres áreas clave.
Describió esas esferas de acción como la política y la seguridad, economía y finanzas y vínculos culturales y humanitarios.
Significó que esas palabras reflejan que los seres humanos no son meras cifras estadísticas ni patios traseros, sino personas y pueblos con historias y culturas.
“Es imprescindible una reforma como la expresada en el diálogo de ministros de Relaciones Exteriores del Brics con países en desarrollo del 10 de junio de este año -consideró-, que (…) dan pista de los asuntos que serán materia de su trabajo, los que más allá de la cooperación económica muestran una visión y cosmovisión compartida”.
Insistió en que es preciso construir un sistema internacional y multilateral más ágil, eficaz, receptivo, representativo, legítimo, democrático y responsable, que permita una participación más eficiente de los países menos adelantados para insertarlos en la toma de decisiones, de la que ahora están excluidos.
Dijo que hoy el poder económico se traslada de la región trasatlántica a la indopacífica, pero las instituciones de gobernanza mundial siguen centralizadas en el Norte global y desempeñan un papel definitivo en la imposición de sanciones en comercio, salud, suministro de energía, así como seguridad alimentaria, y llamó a lograr un cambio.
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