La institución sufrió cinco embestidas por parte de activistas medioambientales las que incluyen incidentes con sopa de tomate, por lo cual se vieron en la necesidad de prohibir desde esta semana la entrada de líquidos -excepto leche infantil y medicamentos con receta- como medida de seguridad.
Considerada la mayor pinacoteca del Reino Unido, el recinto precisó en un comunicado ahora demorarán más de lo habitual los controles de seguridad.
En su nota, la galería recordó que hace dos años fue víctima de arremetidas y actos vandálicos a pinturas emblemáticas, como «Los girasoles», de Vincent van Gogh, «El carro de heno», de John Constable, y «La Venus del espejo», de Velázquez.
Las protestas por parte de activistas medioambientales causaron daños físicos a las obras, angustia a los visitantes y al personal, y alteraron su misión de proteger el arte y que este sea accesible para el disfrute de todos, agregó el texto difundido por la National Gallery.
El museo fundado en 1824 agregó que la medida es necesaria para garantizar la seguridad de todos y de la colección de pinturas de la nación, concluyó la nota.
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