Con esto se reduciría aproximadamente un 25 por ciento de la energía consumida en la jornada normal de trabajo, agrega el gremio de expertos en un comunicado.
Marco Acuña, coordinador del gremio de ingenierías, indicó este viernes en rueda de prensa que la crisis eléctrica “no sólo se debe a la sequía que afecta a las hidroeléctricas, sino también a la falta de cumplimiento de diferentes gobiernos en la ampliación de la capacidad de generación eléctrica”.
Además, pidieron al Ejecutivo que otorgue autonomía al Operador Nacional de Electricidad (Cenace) para definir los horarios de racionamiento eléctrico sin la intervención de influencias políticas.
Otra de sus sugerencias es incentivar el ahorro de energía y penalizar a aquellos que incrementen su consumo y en ese sentido proponen al Ejecutivo no suspender el cobro de la tarifa de los hogares durante los meses de diciembre, enero y febrero, como ofreció semanas atrás.
A eso suman la necesidad de mantener los horarios extendidos de los apagones, que actualmente son de 14 horas, con la finalidad de incrementar el volumen de agua en la presa Mazar, la mayor del país y de la cual dependen tres hidroeléctricas.
También los especialistas llamaron a realizar mantenimiento, reparación y reposición de las centrales térmicas existentes, así como planificar la contratación de nuevas centrales.
Desde este viernes Ecuador sufre apagones de 14 horas a nivel nacional, un incremento de tiempo contrario a lo anunciado antes por el presidente Daniel Noboa.
La ministra encargada de la cartera de Energía y Minas, Inés Manzano, mediante un video publicado en redes sociales cerca de la medianoche aseguró que pasar de ocho a 14 horas sin electricidad es una medida «dolorosa, pero responsable».
La funcionaria afirmó que Ecuador enfrenta una crisis dinámica y sin precedentes que «les obliga a adaptarse a escenarios cambiantes» e indicó que el domingo 27 de octubre realizarán una nueva evaluación del panorama energético nacional.
Hace días diversos expertos insistieron en que esa promesa del Ejecutivo no tenía respaldo técnico y afirmaron que ante la crisis energética, sin capacidad de aumentar la generación, era inviable reducir los apagones, que comenzaron el pasado 23 de septiembre.
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