Según la fuente, el viernes último elementos de la agrupación irregular cometieron esos crímenes al disparar a mansalva contra civiles desde edificios altos en la localidad de Al-Kamelin, y también en la ciudad de Tamboul, donde además de muertes se reportaron desplazamientos de comunitarios.
El Sindicato de Médicos de Sudán advirtió, por su parte, que los combatientes de las RSF en los últimos días en esos territorios cometieron delitos sexuales, asaltos contra instalaciones sanitarias y obligaron a desplazarse a decenas de personas.
También, en las últimas horas Naciones Unidas lamentó la escalada de violencia desatada en el propio estado de Gezira, ubicado en el centro-este del país, y denunció los crímenes cometidos contra civiles durante la referida ofensiva en curso a cuenta las RSF.
Ante esa situación, la coordinadora humanitaria de la ONU para Sudán, Clementina Nkweta-Salami, dijo que está conmocionada por el nivel de actos violentos que ocurren en Gezira, con múltiples violaciones de los derechos humanos.
Según datos de organizaciones humanitarias, desde que estalló el conflicto armado en Sudán en abril del pasado año, murieron cientos de personas, en tanto más de 14 millones tuvieron que abandonar sus hogares, una de las mayores crisis de desplazados en el mundo, y otros 8,5 millones sufren inseguridad alimentaria.
Expertos políticos consideran que la guerra interna estalló en suelo sudanés entre el Ejército y las paramilitares RSF debido a las fuertes contradicciones existentes por cuotas de poder entre el jefe de las fuerzas armadas, general Abdelfatah al-Burhan, y el líder del grupo paramilitar, Mohamed Hamdan Dagalo.
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