La emisión del instrumento crediticio se formaliza con la firma de un acuerdo entre el colombiano Banco Davivienda y la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés) y forma parte de un trabajo conjunto entre entidades gubernamentales y el sector privado para la concreción de planes que protejan la flora y la fauna del país.
El anuncio se dio en el contexto de la celebración aquí de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16) que transita por su segunda semana de debates.
A propósito del suceso, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, destacó que el bono aporta tres cuestiones fundamentales y que la primera de ellas es que establece un proceso de financiamiento a sectores absolutamente estratégicos y priorizados por el Gobierno en su política pública.
El segundo de los objetivos, remarcó, es que crea un proceso mediante el que se constata la factibilidad de la recuperación de la naturaleza; y tercero, se alinea con el Portafolio de Transición Climática y Socioecológica de la nación sudamericana.
La meta fundamental del mecanismo financiero es movilizar recursos hacia proyectos que tengan impactos positivos hacia los ecosistemas y que protejan, conserven y restauren la biodiversidad del país, en sintonía con el Plan de Acción de Biodiversidad de Colombia
Según planteó el presidente del Banco Davivienda, Javier Suárez, gracias al trabajo en conjunto con la IFC, ahora podrán financiarse proyectos que limiten el cambio del uso del suelo, conserven los ecosistemas sensibles y protejan la vida silvestre.
“Además, como parte de nuestro compromiso con la región y con las metas país, en alianza con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, buscaremos que al menos el 10 por ciento de estos recursos aporten a la restauración de los manglares en el Pacífico y potencien el desarrollo de las comunidades locales”, añadió.
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