No obstante, el jefe de Gabinete expresó su deseo de incorporar ideas políticas del campo de la oposición, después de la aplastante derrota en las elecciones generales de este domingo.
Sus comentarios se produjeron en un momento en que aumentaban las expectativas de que, para evitar un estancamiento político, su Partido Liberal Democrático (PLD) podría buscar acuerdos con el Partido Democrático para el Pueblo, que cuadruplicó la víspera sus escaños en la Cámara de Representantes de 465 miembros.
Ishiba calificó el resultado de las elecciones como «duro», ya que el bloque gobernante perdió su mayoría en la poderosa cámara baja; y prometió reformar fundamentalmente el partido para restaurar la confianza de los votantes, sacudida por un escándalo de fondos ilícitos.
Aunque el objetivo del PDL de conservar su mayoría junto con su socio de coalición, el partido Komeito, no se logró, Ishiba aseguró que continuará como primer ministro para liderar el gobierno y abordar los crecientes desafíos económicos y de seguridad.
No podemos permitirnos un estancamiento político. Adoptamos lo que se debe adoptar de las políticas de los partidos de oposición que han ganado impulso, al tiempo que fomentamos una relación de cooperación con ellos, dijo el jefe de gobierno en una conferencia de prensa en la sede del PDL.
La principal razón detrás de la derrota electoral es que no logramos abordar la sospecha, la desconfianza y la ira de la gente por la falta de información sobre los fondos políticos y la cuestión del dinero en la política, agregó.
Los escaños de la coalición gobernante cayeron drásticamente de 288 a 215, lo que marca la primera vez en 15 años que pierden el control de la mayoría.
Los escaños ganados por el principal partido de oposición, el Partido Democrático Constitucional de Japón, aumentaron de 98 a 148.
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