Tanto la Asamblea Nacional como el Senado aprobaron la defenestración de Gachagua basada en graves acusaciones presentadas por diputados del partido gobernante por peculado, apoyar las protestas opositoras de junio pasado utilizar fondos públicos en beneficio propio y alentar el tribalismo, entre otras.
Acorde con la Constitución keniana, el TS tiene la potestad de admitir y determinar sobre el caso.
Las alegaciones presentadas por los defensores del exvicepresidente aseguran que el proceso de destitución en el TS fue defectuoso y objetó “la legitimidad de los escogido”s para decidir en el proceso.
Este puede ser el último recurso legal de Gachagua para anular su defenestración, aunque no se descarta que, llegado el caso, pueda convocar protestas callejeras de sus seguidores, en un esfuerzo postrero para evitar su muerte política.
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