En declaraciones a Prensa Latina, Acosta, quien cuenta con una amplia trayectoria en los estudios de animación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), se refirió al primer taller impartido por estos días a estudiantes y profesionales nicaragüenses.
Se trata de una iniciativa que forma parte de las líneas de trabajo desarrolladas entre el Icaic y la Cinemateca Nacional de Nicaragua, esta vez relacionada con la producción de guiones, largometrajes y cortos del mundo del animado.
“Impartir un taller que tiene que ver con el guion, la realización hasta la puesta en escena y producción de audiovisuales, fundamentalmente en el mundo de la animación, lleva más tiempo del que hemos empleado, pero eso no ha sido impedimento para los alumnos entusiastas y con tantos deseos de aprender como los de aquí”, expresó Acosta.
El también profesor en la Universidad de las Artes de Cuba comentó que los alumnos de esta nación centroamericana a partir de los conocimientos adquiridos realizaron sus propias carpetas de proyectos audiovisuales que en un futuro pueden convertirse en películas animadas.
Lo que más caracterizó este encuentro fue el entusiasmo, yo estoy realmente sorprendido, se impartieron clases de guion cinematográfico, storyboard (guion gráfico) y de puesta en escena y también se mostraron diferentes películas con todas las técnicas que respaldan el proceso de un audiovisual animado, comentó.
Para Acosta, la respuesta artística fue rápida con argumentos, sinopsis y posibles temas a tratar y guiones atractivos que tratan de usar el patrimonio cultural nicaragüense para reflejarlo en lo que en un futuro serían cortometrajes animados.
“Ellos desarrollaron esos temas y yo he aprendido que existen mitos, ritos, leyendas la estética que siempre me ha resultado atractiva, he visto pinturas, cerámicas, tejidos nicaragüenses de una factura y de un preciosismo impresionante”, destacó.
El profesor cubano, cuya filmografía abarca más de 600 cintas animadas, destacó la importancia de mantener los grupos de alumnos de manera continua con el sueño de lograr que lo que hoy es una idea, se convierta en un producto cultural audiovisual hecho por nicaragüenses con temas nacionales.
“Y como esto es un sistema de retroalimentación entre los dos países, creo que estos jóvenes pueden ir a La Habana a terminar sus películas en la industria cinematográfica y que el Icaic le ofrezca, le abra las puertas en todo lo que es el sistema de postproducción, banda sonora, sonido y animaciones”, afirmó.
Para la alumna Ashley Palma, los talleres de animación se convirtieron en una nueva herramienta para poder expresar al mundo la cultura, las tradiciones, y al mismo tiempo explotar las habilidades que existen dentro de los jóvenes artistas nicaragüenses.
Es una oportunidad que anteriormente nosotros los jóvenes, estamos hablando de 17 años atrás, no teníamos, no podíamos optar por un taller de este tipo en Nicaragua, creo que es muy oportuna esta colaboración entre los dos países, manifestó.
jf/ybv
