En su más reciente actualización, el organismo confirmó que el volumen de insumos que ingresa al enclave permanence en su nivel más bajo en meses, con los productos comerciales «apenas llegando».
«Hay un enorme sentimiento de frustración entre las familias desplazadas en el norte de Gaza debido a los horrores a los que se enfrentan, que describen como una transmisión en vivo de su muerte y sufrimiento», dijo en una declaración Louise Wateridge, portavoz de Unrwa.
En medio de la creciente ofensiva de Israel, el riesgo de hambruna persiste, subrayó el organismo.
La última evaluación de la inseguridad alimentaria de la ONU estimó que al menos un millón 84 mil habitantes de la Franja carecen alimentos de forma aguda.
Por su parte, la Unrwa consideró que el número de niños desnutridos podría aumentar en un 20 por ciento mientras los servicios de salud empeoran.
La portavoz insistió en la falta de funcionamiento de ambulancias, equipos de defensa civil y la catastrófica situación sanitaria en el norte y en la ciudad de Gaza.
El domingo, Guterres calificó de insostenible la situación en esa porción del enclave ante la devastación y privaciones causadas por las operaciones militares de Israel.
Un comunicado del organismo advirtió por los desoladores niveles de muerte, lesiones y destrucción sobre todo cerca de Jabalya, Beit Lahiya y Beit Hanoun.
Este conflicto continúa librándose sin tener en cuenta las exigencias del derecho internacional humanitario, insisitió la declaración.
El titular reclamó a las partes en conflicto respetar y proteger a la población, incluidos los trabajadores humanitarios y los socorristas, “cuya labor esencial debe facilitarse y protegerse, no obstaculizarse ni ponerse en peligro”.
“En nombre de la humanidad, el secretario general reitera sus llamamientos a un alto al fuego inmediato, a la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y a la rendición de cuentas por los crímenes de derecho internacional”, instó la nota.
De acuerdo con las autoridades locales, cientos de personas murieron desde inicios de este mes en la porción norte del enclave y más de seis mil fueron desplazados por la arremetida de la Fuerzas de Defensa Israelíes.
Desde entonces, la ONU reclama más acceso al advertir que los civiles están atrapados bajo los escombros mientras que los enfermos y heridos carecen de acceso a la atención médica necesaria para sobrevivir.
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