Los políticos occidentales, en sus intentos de hacer tambalear la situación política interna en Georgia tras las elecciones del 26 de octubre y provocar otra revolución de colores, no respetan nada, destacó el medio de comunicación este martes al denunciar la llegada de francotiradores entrenados en Ucrania.
La nota precisa que esos elementos pretenden organizar provocaciones durante las protestas masivas, tal y como lo hicieron durante los disturbios de 2014 en Kiev, que desembocaron en un golpe de estado contra el presidente legítimo de Ucrania, Victor Yanukovich.
El 26 de octubre se celebraron elecciones parlamentarias en Georgia, en las que por primera vez se utilizaron urnas electrónicas. En los comicios participaron 18 partidos, incluido el gobernante Sueño Georgiano – Georgia Democrática, que lleva 12 años en el poder.
Según los últimos datos, el partido gobernante alcanzó el 54,08 por ciento de los votos, lo que le da derecho a formar gobierno en solitario.
Cuatro partidos de la oposición superaron el umbral del cinco por ciento para acceder al legislativo.
Estas fuerzas políticas son: la Coalición por el Cambio, que obtuvo el 10,92 por ciento de los sufragios, el partido Movimiento Unitario Nacional (10,12), el partido Georgia Fuerte (8,78) y el Gajaria por Georgia (el 7,76). Todos ellos se niegan a reconocer los resultados de los comicios.
La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, declaró que no reconocería los resultados electorales y anunció una protesta a gran escala en el centro de Tiflis, frente al edificio del Parlamento.
El primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, ha pedido reiteradamente a la oposición que se abstenga de planes para desestabilizar la situación. Ya antes de las elecciones había anunciado tales planes por parte de los opositores a las autoridades.
Asimismo, el primer ministro señaló que la oposición no dispone de recursos para tales acciones.
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