La escuadra californiana tomó la víspera por asalto el Bronx neoyorquino, con triunfo 4-2, para dejar a los Yankees al borde del abismo, de la humillación, de una barrida que casi nadie imaginó.
Walker Buehler se llevó el crédito de la victoria en el tercer partido del enfrentamiento de titanes, luego de trabajar durante cinco entradas completas, con apenas dos sencillos permitidos y dos boletos regalados, además de propinar cinco ponches y dejar en blanco a la artillería rival.
Freddie Freeman disparó cuadrangular en la primera entrada y se robó el show desde bien temprano, al sumar bambinazos por quinto partido consecutivo de series mundiales.
El inicialista de 35 años comandó la ofensiva de los Dodgers con dos impulsadas, mientras era secundado por Mookie Betts y Kiké Hernández, ambos con una per cápita.
Por los dueños de casa, que estuvieron a un out de recibir lechada, sacó la cara Alex Verdugo, autor de un jonrón de dos carreras en el cierre del noveno inning, para maquillar el resultado.
Este triunfo se unió a los anteriores, por 6-3 y 4-2, obtenidos en Dodger Stadium, durante los dos primeros choques de la Serie Mundial.
Hoy, desde las 20:08 hora local en Yankee Stadium, los Dodgers tratarán de completar la barrida, mientras los Yankees intentarán mantenerse con vida.
Vale recordar que los Yankees no han sido barridos en Serie Mundial desde 1976, cuando Rojos de Cincinnati los dominaron en apenas cuatro duelos.
De concretarse, esta serie la barrida número 22 en la historia de las finales de Grandes Ligas.
Los Dodgers, siete veces monarcas de la Gran Carpa, solo ostentan una barrida en series mundiales, específicamente en 1963, y precisamente contra los Yankees, máximos ganadores de estos certámenes, con 27 entorchados.
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