Mediante un Acuerdo publicado en el oficial Diario de CentroAmérica, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) explicó que la medida busca impedir el ingreso de animales “infestados de larvas” causantes de la enfermedad.
Las autoridades incluyeron acciones como vigilancia epidemiológica activa y pasiva en animales de sangre caliente, habilitación de laboratorios de diagnóstico oficiales, y bioseguridad en unidades de producción pecuaria, entre otras.
Además, crearán una comisión específica para atender la emergencia, mientras indicaron que personal del MAGA podrá retener, retornar, sacrificar o destruir los ejemplares que considere técnicamente en riesgo de diseminación de la enfermedad.
“Necesitamos neutralizar el ganado que está entre casos sospechosos para evitar la dispersión a otras regiones del país”, declaró en conferencia de prensa el titular de la cartera, Maynor Estrada.
Adelantó que las medidas de seguridad se extremarán cuando se trate de ganado proveniente de la vecina Honduras, nación que recientemente detectó cuatro casos de gusano barrenador.
El MAGA confirmó el lunes último luego de los resultados de laboratorio, una ternera infectada por la mosca cochiliomyia hominivarax, que coloca sus larvas en ojos, boca o heridas, en el nororiental departamento de Izabal.
Desde fines de agosto pasado esta nación intensificó las acciones preventivas para proteger al sector pecuario, entre ellas los controles en fronteras con Honduras y El Salvador.
La parasitosis causada por el gusano barrenador del ganado regresó a Centroamérica después de que la dieran por erradicada.
Datos del MAGA dan cuenta de que en Guatemala la masa ganadera la conforman millón 700 mil cabezas, divida entre vacuno y lechera.
En el pasado, este gusano provocó pérdidas económicas superiores a los 100 millones de dólares al año en el sur de Estados Unidos y México.
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