El dato equivale al 30 por ciento de la población del país del noreste africano, y la mitad de esas personas obligadas a abandonar sus casas son mujeres y niños: el hambre, las enfermedades y la violencia sexual son desenfrenados; para los sudaneses es el infierno en la tierra, sentenció la funcionaria.
En coincidencia el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU tras expresar su preocupación por el curso del conflicto, exhortó a los beligerantes a respetar la legalidad internacional y proteger a los civiles.
El conflicto dio giro para peor en el estado de Al Yazira (este) donde la milicia fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, inglés), del general Mohamed Hamdan Dagalo masacraron el viernes pasado a más de 120 civiles inermesn en represalia por las defecciones de uno de sus comandantes y del gobernador de facto de la zona.
Las RSF combaten desde abril del año pasado con el Ejército, leal al general Abdel Fattah al Burhan, presidente del Consejo Soberano de Transición (CST), en una conflagración cuya persistencia y ausencia de indicio de una solución de continuidad le han ganado el nombre de “guerra olvidada”.
Intentos de mediación por actores internacionales y regionales naufragaron en los escollos que presentan la diversidad de posturas de los protagonistas, alguna vez aliados hasta que el presidente del CST insistió en poner bajo el mando del Ejñercito a los efectivos y las armas de las RSF.
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