Al intervenir en la plenaria de la Asamblea General de la ONU sobre el proyecto de resolución presentado por La Habana de poner fin a ese engendro, el diplomático denunció que ese cerco, por su extraterritorialidad, afecta a todo país o entidad que mantenga de manera legal y soberana relaciones económicas, comerciales o financieras con Cuba.
“Es hora de corregir a esta injusticia histórica y de poner fin a un delirio imperial que impone sus leyes nacionales sobre toda la comunidad internacional”, expresó.
Moncada manifestó que la comunidad internacional reconoce la ilegalidad de este bloqueo el cual viola, de manera flagrante, toda norma del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Afirmó que esa política de sanciones concentra “el sistema de medidas coercitivas unilaterales más injusto, severo y prolongado”, aplicado contra país alguno en la historia moderna.
A su juicio, estimó, se trata de un castigo colectivo y calculado contra más de 11 millones de cubanos que decidieron “no doblegarse ante los chantajes y la coerción del régimen estadounidense.
El representante bolivariano subrayó que se trata de “un crimen planificado como parte de una política de máxima presión», que tiene su raíz en la mentalidad supremacista de la Doctrina Monroe y sigue hoy aplicándose sobre todo contra el continente americano.
Consideró que el bloqueo se constituye en una violación en masa de los derechos humanos del pueblo cubano, de la que ninguna familia está exenta de su impacto, lo cual fue palpable, dijo, tras la caída de su Sistema Electroenergético Nacional en días recientes.
Al referirse a la inclusión de La Habana en lo que “llamó arbitraria lista unilateral» del Gobierno de Estados Unidos de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, Moncada enfatizó que se trata de “una grotesca obra de propaganda imperial”.
Apuntó que ese paso se realizó sin que Washington tuviera algún fundamento y en la realidad “manipula un tema de tanta sensibilidad solo para aumentar las agresiones a la nación cubana”.
Remarcó que todo el mundo sabe que Cuba no tiene conexión alguna con el patrocinio del terrorismo, pero «todo el mundo es amenazado para obedecer las órdenes del gobierno estadounidense a riesgo de sufrir la coerción económica en su propio territorio».
El verdadero promotor y financista del terrorismo es el régimen de Estados Unidos a “quien exigimos que ponga fin a su doble moral y excluya de una vez por todas a Cuba de una lista espuria en la que nunca debió ser incluida”, acentuó.
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