“No nos importan los compromisos y conciliábulos a los que haya llegado con sus amos del norte”, manifestó en un extenso comunicado el parlamentario, en el cual vincula al alto funcionario del país vecino con el Asesor Nacional de Seguridad de Estados Unidos, Jake Sullivan.
Rodríguez menciona en el texto los contactos telefónicos y personales que sostuvieron con Amorim antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio y en los días previos al desarrollo del acto comicial.
Los hechos, señaló, “indican que no estaban tan desencaminadas nuestras sospechas” y aseveró que el excanciller brasileño “vino en nombre de Sullivan para buscar dañar el normal desenvolvimiento de la elección presidencial en Venezuela”.
En los encuentros y llamadas telefónicas hicieron énfasis en que el extremismo de derecha “jamás reconocería el resultado electoral” y que el plan de la facción fascista era utilizar las elecciones presidenciales para intentar perpetrar un golpe de estado en el país, subrayó.
Apuntó que como consecuencia de esas acciones violentas en menos de 48 horas asesinaron a 27 venezolanos, y ante la denuncia “la respuesta de Amorim siempre fue un largo e incómodo silencio”.
Al comentar sobre la comparecencia de Amorim ante la Comisión de Política de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de su país, aseveró que mintió al decir que Brasil fungió como garante de los Acuerdos de Barbados.
Enfatizó en que “Venezuela jamás ha aceptado, ni aceptará, representaciones que aludan a ningún tipo de tutela ni de «garantía».
En alusión a una reunión en el Palacio de Miraflores con Amorim, Rodríguez puntualizó que “nosotros somos fieros e implacables en la defensa de nuestra autodeterminación, la democracia, la Constitución y de las leyes, y también somos gente decente y apegados a la verdad”.
Remarcó que quedaba claro “a qué vino y quién lo mandó”, y acotó que se comportó, de manera aviesa, “más como un interlocutor del Gobierno de Estados Unidos que en el papel supuestamente asignado por el presidente (Luiz Inácio) Lula (da Silva)».
El Ministerio bolivariano para las Relaciones Exteriores convocó este miércoles al Encargado de Negocios de Brasil en Caracas, Flávio Macieira, y expresó en un comunicado su más firme rechazo a lo que llamó “recurrentes declaraciones injerencistas y groseras de voceros autorizados por el Gobierno brasileño”.
En referencia a Amorim indicó que se comportó “más como un mensajero del imperialismo norteamericano”, al dedicarse de manera impertinente a “emitir juicios de valor sobre procesos que solo le corresponden a los venezolanos y sus instituciones democráticas”.
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