A principios de mes los mozambiqueños fueron a las urnas para elegir al próximo presidente del país y los 250 diputados de la Asamblea de la República (parlamento), ganadas por el partido Frelimo, en el poder desde la independencia de la exmetrópoli colonial, Portugal, en junio de 1975.
El aspirante por el partido Podemos, Venancio Mondlane, antes aún del inicio de la votación amenazó paralizar el país con una huelga general si no resultaba ganador en los comicios, que despues de tres convocatorias el lunes, martes y viernes pasados, tras la difusión de los resultados por las autoridades electorales, no encontraron respuesta.
En contrapartida, el presidente ejercicio, Filipe Nyusi y el aspirante por el partido Frelimo, a la postre ganador de la consulta, recomendaron a la población esperar en calma los resultados del conteo de votos y la difusión oficial de los resultados.
Tras los primeros disturbios callejeros la semana pasada, el mandatario reiteró las exhortaciones y agregó que fueron organizadas por personas interesadas en desestabilizar la situación política interna.
A falta de auditorio para su exhortación al paro, Mondlane lanzó a las calles a sus seguidores a los que las autoridades responsabilizan de actos de vandalismo en varias ciudades y el robo de un fusil de asalto tras el asalto a una comisaria policial en una ciudad del interior de este país del sureste africano.
En ese contexto, el ministro del Interior, Pascoal Ronda, aclaró en rueda de prensa que “las protestas públicas están autorizadas por ley, pero cuando adquieren matices violentos significa que dañan las vidas y las propiedades de las personas y ello no es permisible”, la versión de medios informativos oficiales.
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