Según comunicó la Fiscalía de la nación del Caúcaso Sur, Zurabishvili habla regularmente de falsificaciones de este tipo, sin citar hechos concretos, y según el artículo del Código Penal de Georgia «Falsificación de elecciones», la pena es de hasta dos años de prisión, destacó este miércoles el canal Imedi 2.
Anteriormente, la presidenta acusó a las autoridades de manipular las elecciones parlamentarias, mientras que el jefe del legislativo, Shalva Papuashvili, calificó estas declaraciones de mentira.
Según los resultados de la Comisión Electoral Central, el partido gobernante Sueño Georgiano recibió alrededor del 54 por ciento de los votos.
Al darse los resultados, Zurabishvili, acusó a las autoridades de manipular las elecciones parlamentarias y llamó a los ciudadanos a reunirse para protestar en la avenida Rustaveli de Tiflis, algo que ya habían advertido las autoridades que sucedería.
Zurabishvili insiste en que los ciudadanos deben expresar su desacuerdo y proteger sus derechos. Los manifestantes de la oposición, apoyados por los países de la Unión Europea y Estados Unidos, planean protestar en la capital georgiana para exige la repetición de los comicios.
La situación en Georgia es tensa, y la evolución dependerá de la reacción de las autoridades y la sociedad. El primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, acusó a la oposición y a la presidenta de tratar de orquestar un golpe de estado al estilo de las revoluciones de colores.
Igualmente aseguró que la oposición no podrá interferir en el trabajo del nuevo parlamento, que entre otras medidas propondrá el impeachment de la presidenta.
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