Los dos jóvenes corresponsales de la agencia de noticias Prensa Latina en Beirut desde 2022 afrontaron el reto de dar cobertura a la brutal agresión lanzada por el gobierno de Benjamin Netanyahu contra el enclave palestino y después la capital libanesa.
“Para nosotros fue un desafío desde que nos nombraron corresponsales a una zona de tanta exigencia, ni siquiera había guerra entonces; Yodeni trabajaba en la Redacción de Deportes, yo en la televisión; era nuestra primera salida al exterior, y llegamos a Beirut para sustituir al anterior colega Armando Reyes. No obstante tuvimos que habilitar una nueva oficina”, recordó Leslie.
“Desde que llegamos aquella noche sentimos que no iba a ser nada fácil. Ha sido la gran experiencia de nuestras vidas”, recalcó la joven reportera al compartir sus vivencias en esa nación árabe junto a su compañero.
En Beirut no existe alumbrado público, ni red eléctrica por el Estado; hogares, comercios y empresas se iluminan con plantas generadoras, paneles solares; en la noche las calles están oscuras con muchos puntos de control militar. “Fue una impresión fuerte al llegar y sin embargo el país no estaba en guerra”, rememoró.
A eso agregar la barrera del idioma, el árabe es un lenguaje complejo; y en esas circunstancias fue muy exigente buscar un inmueble para la corresponsalía, habilitarla e instalarse. “No obstante, encontramos el apoyo y solidaridad de quienes después sentimos como hermanos, los colegas del canal panárabe Al Mayadeen”, aportó Yodeni.
Paralelamente al trabajo intenso de una corresponsalía, de a poco “nos fuimos enamorando de la cultura y las costumbres árabes; a los seis meses luego de ese reto inicial, ya nos sentíamos a gusto”, coincidieron en afirmar ambos.
La alianza de cooperación con Al Mayadeen se fue consolidando –señalaron- y esto ayudó a que el crecimiento profesional fuera más acelerado. “Los que ellos sienten por Prensa Latina es una hermandad real, aprecian y respetan su labor; adoran a Cuba y quieren a nuestra agencia”, acotó Leslie.
Igualmente, encontraron muy buena recepción entre los colegas locales y de otros medios de la región, y en particular del pueblo libanés; “al enterarse que éramos cubanos, nos mostraban afecto”.
Ese primer año de trabajo terminó de manera gratificante, pudimos avanzar laboralmente, incluso logramos por ejemplo ir hasta la frontera con Israel, un sitio de muy difícil acceso, militarizado y muy controlado donde están de frente los Cascos Azules de la ONU, el ejército libanés y el israelí. Y al final pudimos salir de vacaciones”, contaron.
Empero, al regresar estalló la guerra de Israel contra Gaza el 7 de octubre de 2023. “Ahí todo se complicó y la vida se transformó. Teníamos experiencia ya que visitamos campamentos de refugiados palestinos donde la vida es muy dura y palpas el dolor de los desplazados, lo que se sufre al tener que desprenderse de tu tierra”, recalcaron ambos.
Pero nada puede compararse con lo que sobrevino después; “la vida nos cambió por completo; comenzamos a vivir y trabajar casi como si fuéramos desplazados; como vivíamos en uno de los suburbios del sur, blanco de los bombardeos israelíes, nos vimos en la necesidad de estar moviéndonos, mudándonos y sin dejar de informar”, relató Leslie.
Era un barrio musulmán shiita –recordaron- “allí residían entre otros ciudadanos comunes miembros del Movimiento Amal cuyo líder es el presidente del Parlamento libanés, pero este apoya la Resistencia, y por eso Israel lo convirtió en objetivo de su cruel guerra”.
Ya había comenzado el asesinato selectivo de periodistas, señalaron y narraron la cruel muerte de la joven reportera libanesa Farah Omar, blanco de la metralla desde un dron ella y su equipo de trabajo de la televisora Al Mayadeen. Su funeral fue emocionalmente muy conmovedor.
“Fue muy doloroso ver sesgada una vida de 26 años; éramos muy buenos amigos; compartíamos a menudo”, recordó con tristeza Leslie. “En su funeral pudimos comprobar el profundo sentimiento patriótico de los pueblos libanés y palestino; sus muertos bajo la agresión israelí son certificados y venerados como mártires de la Patria”, asintieron ambos.
También resultó muy impactante ver la destrucción por un bombardeo del edificio donde estuvo el apartamento de la libanesa Wafyka Ibrahim, directora de la programación en español de Al Mayadeen y gran amiga de Cuba y Prensa Latina. “En su hogar compartimos muchas veces; en su decorado tenía tantos motivos cubanos que nos hacía sentir en casa”, describieron.
Esos días finales de su estancia allá fueron muy tensos, hasta que Prensa Latina decidió extraerlos del Líbano. “Nos vimos en la necesidad de vivir en cinco aldeas diferentes, incluso en el norte del país, de confesión cristiana que se convirtieron igualmente en blancos de los ataques”, refirieron.
Para Leslie lo más molesto fueron los agudos zumbidos de los drones, y describió cómo uno en la noche en que se mudaron por última vez sobrevolaba constantemente el vehículo que los transportaba.
“La guerra te cambia; son vivencias tan duras, impactantes que te convierten en otra persona, ya no eres el mismo, ni nuestro matrimonio es el mismo, ni ves la vida ni la interpretas de la misma manera; te enriquece profesionalmente, y también humana y personalmente; te curte”, resumió Leslie.
Regresaron a La Habana el 17 de octubre último; cuando salieron del Líbano los bombardeos de Israel habían causado unos 45 mil muertos en Gaza y más de dos mil 450 en Beirut, además de masiva destrucción.
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