En un comunicado divulgado por su portavoz, el titular del organismo lamentó los altos índices de muerte, detención y desplazamiento de la población, así como los actos de violencia sexual contra mujeres y niñas, el saqueo de viviendas y mercados y la quema de granjas.
Esos actos, advirtió la nota, pueden constituir graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.
El máximo responsable de Naciones Unidas reclamó la rendición de cuentas de los autores, al tiempo que advirtió sobre la expansión del hambre y las enfermedades en el país tras más de un año de conflicto.
Guterres exigió a las Fuerzas Armadas Sudanesas y sus rivales de Apoyo Rápido (RSF) un acceso humanitario seguro, rápido y sin trabas “a todos los civiles necesitados, por todas las vías necesarias, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario”.
Amimismo, renovó su llamamiento a un alto el fuego para evitar que la población sudanesa sufra más daños.
Su alerta coincide con reportes de una matanza brutal de las RSF en el estado de Aj Jazirah, al sur de la capital sudanesa, Jartum.
De acuerdo con medios de prensa, al menos 120 civiles murieron en un ataque que duró varios días.
La guerra civil que dura ya 18 meses en el tercer país más grande de África acumula decenas de miles de muertos, la crisis de desplazamiento más grave del planeta y una hambruna catastrófica que agrava a las enfermedades arrasadoras.
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