viernes 1 de noviembre de 2024
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Vicepresidenta resaltó cualidades de destacado cantautor nicaragüense

Managua, 1 nov (Prensa Latina) La vicepresidenta Rosario Murillo, resaltó las cualidades revolucionarias del recién fallecido cantautor nicaragüense Pablo Martínez, “El Guadalupano”, a quien de forma póstuma el Gobierno otorgará hoy la orden Augusto C. Sandino.

Dicha condecoración en su máximo grado, Batalla de San Jacinto, es la más importante que otorga el Estado y Gobierno de Nicaragua, y será impuesta en nombre del pueblo de esta nación centroamericana, dijo la vicemandataria en medios de prensa del poder ciudadano.

La alta dirigente sandinista calificó al Guadalupano como un ser humano extraordinario, leal, sólido, congruente, consecuente, firme en las batallas y contento al compartir y al celebrar las victorias.

Afirmó que fue un excelso militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y un comandante en el arte y la cultura.

Murillo expresó que el pueblo nicaragüense reconoce, agradece y admira al Guadalupano, pues recibieron en todo momento sus “inspiradoras melodías como cantos para la vida y para fortalecer las esperanzas misteriosas y milagrosas que nos hacen fuertes, dignos y libres».

«Despedimos al Guadalupano, lo despedimos en este plano, pero está con nosotros, y lo despedimos con sus propias melodías, cantándole al amor, a la lealtad, que es fruto del amor a la Revolución y a la heroica y sublime dignidad de todo el pueblo nicaragüense”, manifestó.

Con una obra que abarca unas mil 100 canciones, Pablo Martínez Téllez es considerado aquí como una de las más grandes figuras de la cultura nicaragüense, quien con sus temas musicales enarboló las banderas de amor al FSLN, así como las de la paz y la libertad.

Oriundo del departamento de León “El Guadalupano”, quien falleció este miércoles a los 78 años de edad, se destacó por sus canciones de contenido social.

El Instituto de las Culturas de Pueblos y Juventudes señaló en un comunicado que con su voz incomparable y registro único, naif, cautivó a Nicaragua y al mundo con su voz necesaria frente a la tiranía somocista en los años de 1970.

Entre su amplia obra musical destacan temas como “Canto de Meditación”, “El Niquinohomeño”, “Canción del Agua”, “Hay que Aprender a Leer”, “Sólo el Sandinismo nomás” y “Sembremos Maíz”, entre muchos otros que constituyen herencia invaluable para las nuevas generaciones de artistas de Nicaragua.

mem/ybv

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