Esta postura fue expresada en un comunicado emitido con motivo del 107 aniversario de la llamada Declaración Balfour, que incluye la promesa del entonces ministro de Exteriores de Gran Bretaña, Arthur James Balfour, de regalar a los judíos la tierra de Palestina para establecer un estado.
El Consejo responsabilizó a Gran Bretaña y a la comunidad internacional de estar detrás de lo que llamó el crimen de usurpación de la tierra palestina y denunció la Declaración Balfour y sus consecuencias legales y morales hasta nuestros días.
Exigió disculpas y que se reconozca la responsabilidad por este crimen histórico.
La nota subrayó la necesidad de frustrar todos los proyectos coloniales de judaización, y trabajar seriamente para recuperar la unidad nacional bajo el paraguas de la Organización para la Liberación de Palestina, el único representante legítimo de ese pueblo.
Este aniversario coincide con la continuación del mayor crimen de genocidio y limpieza étnica contra los palestinos, que hasta ahora ha provocado la muerte y lesión de más de 150 mil personas y el desplazamiento de más de dos millones, denunció la institución.
Instó a la comunidad internacional y los organismos de la ONU y de derechos humanos que intervengan inmediatamente para detener la guerra de genocidio y limpieza étnica en la Franja de Gaza y abrir corredores humanitarios para evacuar a los heridos.
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