En Baalbek, importante centro de población en el valle de Bekaa, cerca de la frontera con Siria, hay un complejo de templos romanos antiguos declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
A raíz de los ataques de la pasada semana, el alcalde de esa localidad, Mustafa al-Shell, comentó a la BBC sobre la inseguridad del sitio.
Señaló que las autoridades libanesas están «rogando» a las organizaciones internacionales que ayuden a preservar este complejo patrimonial.
Este se dedicó a tres divinidades: Venus, Baco y Júpiter.
De acuerdo con reseñas, el lugar trascendió gracias a su localización estratégica en el valle de Békka, cruce de rutas comerciales entre Oriente y Occidente.
En la antigüedad, este enclave fue un santuario fenicio dedicado al dios Baal; fue ciudad griega, y a partir de la época de los seléucidas se la llamó Heliópolis, siendo colonia romana desde el emperador Augusto.
Las Ruinas de Baalbek constituyen un impresionante complejo de antiguos templos romanos que en general mantienen un gran estado de conservación desde hace miles de años.
Además, conservan intacto ese aire de grandeza que las caracterizaba en su época fundacional.
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