Según informó hoy la agencia estatal de noticias ACNC, el secretario general del Partido del Trabajo de Corea y presidente del Comité de Asuntos Estatales se interesó particularmente por la construcción de viviendas.
También, por el funcionamiento de los servicios relacionados con la normalización de la vida de los damnificados en el plazo más breve posible.
En esta, su segunda visita al territorio en menos de mes y medio, Kim insistió en velar por la calidad de las obras, pues amén de superar las secuelas de las inundaciones, las obras forman parte de un programa que dotará a las localidades de las ventajas y comodidades de las zonas urbanas.
Esta vez reiteró que cada edificación es un símbolo del proceso de transformación de la nación y refleja la idea, la política y las concepciones estéticas del Estado.
Kim dedicó palabras de elogio a las fuerzas movilizadas para restaurar los daños en Pyongan del Norte y las demás provincias azotadas por las riadas de julio, en especial para unidades del Ejército Popular y la Brigada de Choque de Jóvenes Héroes Paektusan.
A inicios de agosto, al despedir al contingente juvenil, el dirigente expresó su convicción de que, gracias a los esfuerzos de todos, pronto las zonas dañadas recuperarían su fisonomía habitual y aún serían más hermosas.
Por decisión del Buró Político del Partido del Trabajo, a esta capital fueron trasladados niños pequeños con sus madres, ancianos, enfermos de cuidado y soldados con discapacidad hasta que en sus lugares de origen vuelvan a existir condiciones para llevar una vida normal, comenzando por las viviendas.
Los damnificados fueron albergados en el hotel 25 de Abril y en una base de entrenamiento de desfiles militares, donde fueron creadas óptimas condiciones de crianza, educación, vida, reposo, restablecimiento y tratamiento médico.
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