Bajo el título “¿Cómo va la vida?, 2024”, el informe reconoce que los parámetros económicos ofrecen una imagen incompleta del progreso social, e introduce estimaciones sobre el sentimiento de soledad, la tristeza, la pérdida de vínculos sociales y otros elementos subjetivos que muestran signos de deterioro.
El porcentaje de personas que declararon sentimientos de tristeza creció en los países de la OCDE, sobre todo en el corto plazo, refleja el documento relativo a la situación en 23 Estados, la mayoría de ellos con potentes economías a escala internacional.
La prevalencia de los niveles de tristeza aumentó su ritmo durante la Covid-19, pues las restricciones a la movilidad y los confinamientos contribuyeron a agravar el sentimiento de soledad, avaló la pesquisa con datos de 23 de los 38 integrantes de la OCDE.
Sin embargo, la satisfacción media con la vida, en una escala de 0 a 10, siguió ubicada en 7,4 para el conjunto de la OCDE en 2023, y eso demuestra un estancamiento del índice desde la crisis de la Covid-19.
Un tercio de las personas declaró haber sentido mucho dolor o preocupación el día anterior a la encuesta, una quinta parte sintió una tristeza considerable y entre el cuatro y el 14 por ciento respondió que se sentían solas.
En comparación con los niveles anteriores a la pandemia, las percepciones de dolor, preocupación, tristeza, soledad y satisfacción vital empeoraron en más países de la OCDE, sintetiza el diagnóstico.
Al decir de la fuente, la pesquisa ayuda a identificar los retos sociales, de inclusión y de sostenibilidad actuales, al orientar a los responsables políticos para abordar las áreas clave.
Las intervenciones gubernamentales lograron amortiguar los efectos económicos de la pandemia y la elevada inflación sobre los hogares y las empresas, pero las presiones de los costos siguen siendo significativas, especialmente para los más vulnerables, agregó la institución.
“Adoptar un enfoque centrado en las personas para la toma de decisiones será esencial para mantener el bienestar a medida que nos enfrentamos a retos sociales como la transición digital, el cambio climático y el envejecimiento de la población”, opinó el secretario general de la OCDE, Mathias Corman.
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