La ceremonia se llevó a cabo en el Centro Cultural Gabriel García Márquez de esta capital, en señal de reconocimiento a la diplomática por sus esfuerzos a favor del desarrollo y la paz en la nación sudamericana.
Según apuntó María Luisa Ruiz Aguilar, representante legal de la Fundación Woumain Wajira, el Karasut de Oro es una distinción que nació en el año 2000 para reconocer los méritos a quienes contribuyen con el progreso de las comunidades wayú y de todos los colombianos.
Añadió que constituye un símbolo muy significativo para su pueblo y fue creado por las autoridades tradicionales wayú, quienes seleccionan a los agasajados gracias al criterio de un jurado.
Antes, añadió, lo merecieron empresas y entidades que colaboran con esa cultura originaria y también centros de altos estudios como la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad Sergio Arboleda, la Organización Internacional para las Migraciones y embajadas como las de Japón y Alemania.
Hoy, remarcó, se le hace entrega a la embajadora de México por su contribución a Colombia, por la cooperación internacional en materia de educación, ambiental y de derechos humanos.
La diplomática mexicana, por su parte, comentó que recibía la distinción honrada y en nombre de su país.
Expresó que México es país acompañante del Capítulo Étnico del Acuerdo de Paz de 2016 y que, como parte de ese compromiso, se trabaja para cooperar con los pueblos afrodescendientes e indígenas.
También afirmó que ambos Estados son naciones hermanas y que la obligación de los diplomáticos es fortalecer los nexos de colaboración y amistad.
“Debemos seguir estrechando nuestros lazos de hermandad, de cooperación, de paz, la misión de la paz en Colombia es importante y es una necesidad para el mundo. Vamos a seguir avanzando y tratando de mejorar la calidad de vida de nuestros pueblos”, sentenció.
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