Al clausurar el encuentro en el Centro de Convenciones del Parque Bolívar, La Carlota, estado de Miranda (norte), el mandatario reflexionó sobre las causas y consecuencias que llevaron al surgimiento del fascismo en el mundo y cuáles a su juicio conducen a su resurgimiento.
El jefe de Estado recordó que la explotación, el saqueo, el asesinato, el crimen y el genocidio fue lo que el colonialismo dejó en nuestra América, en África y en Asia, donde muchos de los pueblos “hemos vivido una larga lucha contra todas formas de dominación colonial”.
Comentó que ha estado evaluando el por qué, el cómo y dónde el rebote tan peligroso de corrientes xenofóbicas, intolerantes, de extremismo de derecha, de fascismo, neofascismo, sionismo y expresiones similares, ¿qué pretenden 100 años después?, preguntó.
A juicio del jefe de Estado hay dos factores, uno relacionado con el agotamiento del modelo de dominación imperialista occidental, ético y moral, y afirmó que “no tienen aliento moral ni espiritual”, lo cual conduce a que la humanidad no se inspire en el modelo estadounidense ni en el europeo, ambos en decadencia.
Señaló que no hay inspiración para la búsqueda de nuevos modelos económicos, culturales, sociales y políticos de la humanidad, «con la desfiguración de los conceptos de familia, comunidad y convivencia porque Occidente está desvariado y perdido”.
En ese sentido, consideró que desde ese propio Occidente no ha surgido una alternativa de cambio humana y progresista.
El segundo elemento, apuntó, tiene que ver con la pérdida de esa hegemonía mundial y el surgimiento de una nueva ecuación de poder y geopolítica, del nacimiento de un mundo pluripolar, multicéntrico, el cual está representado con gran fuerza económica en los Brics.
Ese bloque de poder, manifestó, surge con un poder económico, científico, tecnológico, cultural comunicativo, que representa una alternativa diferente y vislumbra un cambio definitivo en la civilización humana, las relaciones de poder y en el surgimiento en el siglo XXI de lo que soñaron nuestros próceres.
Indicó que Venezuela es la joya de la corona pero el imperialismo norteamericano y sus elites de países y gobiernos de Europa se propusieron desestabilizarla y llenarla de violencia con el objetivo de destruir el modelo humanista socialista y bolivariano fundado por el comandante Hugo Chávez.
Afirmó que el pueblo venezolano está enfrentando una conspiración fascista ideada y apoyada por el imperio estadounidense, y aseguró que este tiene la fuerza moral, política y espiritual para seguir derrotando cualquier corriente que pretenda imponer un modelo en su país.
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