De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social crecen los diagnósticos de ese padecimiento en seis entidades territoriales, con un aumento notable en el departamento Tolima, en el centro del país.
Ante esta situación se emitió la circular 018 de octubre de 2024, en la que se plasman las directrices para la preparación, organización y respuesta ante la situación de alerta por esta dolencia.
Con el fin de orientar las acciones de salud pública, la norma se enfoca en el plan de contingencia, intensificación de la vigilancia en salud pública, vacunación y prevención primaria de la transmisión, manejo integral de casos y comunicación de riesgo.
“La fiebre amarilla es una enfermedad prevenible mediante la vacunación y el uso constante de métodos de barrera para evitar las picaduras del mosquito transmisor. Es fundamental que todas las personas, especialmente aquellas que residen en áreas de riesgo, se vacunen lo antes posible”, afirmó el ministro Guillermo Jaramillo.
Durante este año se han identificado casos de fiebre amarilla en Putumayo, Caquetá, Huila, Nariño, Vaupés y Tolima y la cifra podría aumentar si no se toman medidas de prevención, según una nota ministerial.
Esa circunstancia, sumado al comportamiento histórico del padecimiento, genera la necesidad de actualizar el número municipios de alto riesgo que requieren vacunación contra fiebre amarilla para su población de 1 a 59 años, aseguró el comunicado.
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