Las proyecciones en medios de prensa dieron como eventual ganador a Trump en la mayoría de los estados bisagra u oscilantes, en los que se concentraba el conteo al cierre de esta información.
Si bien Harris tuvo un dominio en los cómputos en el crucial Pensilvania en un principio, pasados más del 40 por ciento del conteo de los votos Trump tomó la delantera.
El exmandatario tiene a su favor, entre otros, a Florida, Tennessee, Alabama, Misisipi, Misuri, Oklahoma, Indiana, Ohio, Kentucky, Carolina del Sur, así como los decisivos Pensilvania, Michigan y Wisconsin, el llamado Muro Azul que cambiará a Rojo, y Georgia.
Mientras que Harris puso de su lado, por citar a algunos, a Massachusetts, Kansas, Maryland, Rhode Island, Connecticut, Distrito de Columbia, Vermont, New Hampshire, Virginia, Hawaii y el estado de Washington.
El mapa empezó a teñirse de rojo. Trump acumula 230 votos del Colegio Electoral y Harris 182 de los 270 que necesitaría cualquiera de los dos candidatos para llevarse el triunfo.
En su red Truth Social, el expresidente anticipó que tendría “una gran victoria” e invitó a sus simpatizantes a celebrar en Mar-a-Lago.
La campaña de Harris advirtió la semana pasada que estaba preparada por si su rival decidía anunciar anticipadamente un resultado.
En la batalla por el Congreso, los republicanos lograron el control del Senado y además esperan retener la Cámara de Representantes.
Para los comicios de este año se registraron 186 millones de votantes, más de 83 millones de ellos ejercieron su derecho de forma temprana, presencial o por correo.
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