“La humanidad está quemando el planeta y pagando el precio”, advirtió Guterres a propósito del lanzamiento del Informe sobre la brecha de adaptación elaborada por el Programa de la ONU para Medio Ambiente.
Entre otras acciones, el alto representante urgió a establecer nuevos planes nacionales de acción climática así como sistema de alerta temprana eficaz.
El actual contexto demanda, igualmente, un aumento masivo de la financiación para la adaptación procedente de fuentes públicas y privadas y atacar el corazón de la crisis: los gases de efecto invernadero.
A juicio del máximo responsable de la ONU, el G20 debe liderar los esfuerzos globales para reducir las emisiones un nueve por ciento anual hasta 2030, eliminar gradualmente los combustibles fósiles de manera rápida y justa y acelerar la revolución de las energías renovables.
De este modo, podemos limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius, consideró.
Un informe publicado este jueves por la Organización Meteórologica Mundial destaca tanto el progreso como los desafíos persistentes en la entrega de información climática crítica.
Si bien un tercio de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales ahora brindan servicios climáticos esenciales, persisten importantes brechas de financiamiento.
De los 63 mil millones de dólares asignados a la adaptación climática, solo entre cuatro mil y cinco mil millones de dólares apoyan explícitamente los servicios climáticos y las actividades de alerta temprana.
Los líderes deben llegar a Bakú para la venidera COP29 con ambiciones que estén a la altura de la urgencia y la magnitud del desafío, dijo Guterres al reclamar nuevos planes nacionales de acción climática alineados con la limitación del aumento de la temperatura global a 1,5 grados.
«Juntos, presionemos a los líderes para que cumplan. Sigamos luchando juntos por el futuro que se merecen, y por el planeta que la humanidad necesita», concluyó Guterres.
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