En declaraciones a la emisora radial AM750, Ceriani alertó sobre las consecuencias de una experiencia similar a la del pasado y señaló que los costos y riesgos de no sentarse a dialogar y resolver la situación son altos.
El problema es que no hay voluntad política, aseveró e indicó que si el Gobierno mantiene esa postura “todos pierden”.
Además, afirmó que la amenaza de cerrar la compañía como respuesta al reclamo salarial de los trabajadores “es parte de la retórica del Ejecutivo en la escalada del conflicto, que parece no tener fin y se origina en la falta de diálogo”.
No hay una mesa de trabajo para encontrar una salida. Esas afirmaciones no hacen más que intensificar la situación. Esperamos que puedan empezar a trabajar sin tantos eslóganes políticos y enfocarse en soluciones efectivas, dijo.
Los gremios no son un problema, como afirma el presidente Javier Milei. Son parte de la empresa. El nivel de sindicalización en Aerolíneas es altísimo, por lo que es necesario una conversación constante para poder avanzar, añadió.
También consideró que cerrar la compañía no es una solución.
“Todos pierden con la privatización. Los trabajadores sus empleos y el país conectividad, lo que implicaría la reducción de vuelos a muchas localidades del interior”, comentó.
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