Desde el 30 de octubre al 26 de noviembre, el evento -cuyo nombre significa “ojo del cóndor” en kichwa- ofrece la oportunidad de disfrutar proyecciones gratuitas en localidades de Bolívar, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Pastaza.
De acuerdo con el sitio web del Festival, la selección de películas ofrece una rica exploración temática, cargada de referencias a la cultura ecuatoriana, y evidencia la pasión de los directores por capturar un territorio que hacen suyo a través del cine.
Los filmes que se exhiben abordan, ya sea desde el documental o la ficción, leyendas populares y temas locales con resonancia universal.
La directora del proyecto, Pía Zurita, contó a medios locales que el festival busca llegar a las comunidades y poblaciones sin acceso a las salas de cine, con proyecciones y talleres en áreas remotas de Ecuador. “El cine va a ellos”, enfatizó.
Muchas de las exhibiciones tienen lugar en espacios públicos como casas comunales, mercados, auditorios y plazas, con la meta de integrar al cine en el entorno comunitario.
Este año se desarrolló, poco antes de comenzar el festival, el KunturñawiLab, un laboratorio donde cineastas y estudiantes universitarios crearon tres cortometrajes que reflejan las voces y vivencias de las comunidades locales.
En el marco del evento, también habrá un congreso de cine y patrimonio en Riobamba para celebrar los 100 años del cine ecuatoriano, a propósito de la primera película nacional “El Tesoro de Atahualpa”, de Augusto San Miguel.
Organizado por la Fundación Arte Nativo, la cita cinematográfica cuenta con el respaldo de cinco instituciones principales, como el Ministerio de Cultura y Patrimonio, el Instituto de Fomento a la Creatividad e Innovación, y los municipios de Ambato, Riobamba y Guaranda.
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