Un estudio del Instituto Superior para la Protección y la Investigación del Medio Ambiente (Ispra), divulgado por el diario Il Sole 24 Ore, apunta que a pesar de ese resultado negativo, el pasado año se registró un aumento del 28,5 por ciento respecto a 2022, cuando se alcanzó un mínimo histórico de 719 milímetros.
Durante el pasado año se registraron casi 924 milímetros de precipitación total anual en el territorio nacional, cantidad equivalente a 280 millones de metros cúbicos, una cifra por debajo de la media de las últimas siete décadas, fijadas en casi 950 milímetros.
Ese incremento respecto al año previo fue motivado principalmente por el elevado volumen de precipitaciones en el mes de mayo de 2023, estimado en casi 163 milímetros, unos 49 mil millones de metros cúbicos, lo que supuso a nivel nacional más del doble del promedio mensual.
No obstante, en esa última etapa analizada la contribución a la recarga de los acuíferos en Italia fue de 53 mil millones de metros cúbicos, lo cual corresponde al 19,0 por ciento de las precipitaciones, frente a una media anual de 22,7 puntos porcentuales en el período de 1951 a 2023, aclaran los expertos del Ispra.
Las precipitaciones que se transformaron en escorrentía superficial, es decir que no se infiltró o no fue retenida por el suelo, se estimaron en aproximadamente 66 mil millones de metros cúbicos, lo que corresponde al 23,7 por ciento, en comparación a una tasa media anual de poco más de 25,0 puntos porcentuales.
También resultaron de importancia los efectos del aumento de las temperaturas, pues “la proporción de la evapotranspiración alcanzó el 59,4 por ciento de las precipitaciones, frente a la media anual de 52,0 puntos porcentuales, debido a las altas temperaturas en 2023, superiores a los promedios climatológicos”, agrega la fuente.
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