Los trabajadores de la DGI retomaron una huelga que iniciaron en septiembre y fue interrumpida para una tregua que permitiría ayudar a la población a realizar los más diversos trámites.
Carlo Joseph, uno de los manifestantes, dijo que las demandas de los empleados no fueron tomadas en cuenta y, por tanto, el paro continuará hasta que sea publicado el nombramiento de un nuevo director general.
«Esta tregua debe limitarse a la espera de la firma de un documento que trate sobre las condiciones de dicha pausa, pero pasado este plazo, si no se cumplen las promesas hechas anunciaremos la reanudación del paro», subraya un comunicado de los trabajadores de la DGI.
Durante las conversaciones fue acordado concederles un bono de 50 mil gourdes (378,78 dólares estadounidenses) cada trimestre y una cantidad de 25 mil gourdes (189,39 dólares estadounidenses) cada mes en la tarjeta de débito de un fondo previsto en el presupuesto de la DGI.
Los protagonistas de la parálisis laboral mantienen firmes sus demandas enfocadas en un ajuste salarial, el otorgamiento de la tarjeta de débito, capacitación para futuros funcionarios, seguro médico y la destitución del máximo responsable de la DGI.
Los huelguistas notificaron su disgusto a la DGI para que el nivel superior fuera informado sobre la decisión de realizar el paro, pero ni el primer ministro, Garry Conille, ni el Ministerio de Finanzas hicieron pronunciamiento alguno sobre las demandas de los empleados.
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