Según destacó este domingo Sobianin en su canal de Telegram, un total de 34 vehículos aéreos no tripulados de ataque ucranianos fueron derribados en los distritos urbanos de Rámenskoye, Domodédovo y Kolomna.
Este domingo el alcalde comunicó inicialmente que siete drones fueron derribados en el municipio de Rámenskoe, al sureste de Moscú, y que en ese momento no se reportaban ni víctimas ni destrozos en los lugares donde cayeron los fragmentos. Posteriormente, el propio Sobianin revisó al alza la cifra de vehículos abatidos en los municipios de Rámenskoe, Domodédovo y Kolomna, hasta un total de 34.
En esa propia información el alcalde agregó que las defensas aéreas continuaban repeliendo el ataque mientras los servicios de emergencia trabajaban sobre el terreno.
Por su parte, el gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobiov, reportó que la caída de fragmentos causó incendios en dos casas del pueblo de Stanovoe, en Rámenskoe.
Una mujer de 52 años, que sufrió heridas por esquirlas y quemaduras en la cara, el cuello y los brazos, fue ingresada en cuidados intensivos; su condición es de mediana gravedad, comunicó el funcionario en redes sociales.
El ataque con drones provocó la suspensión de vuelos en los cuatro aeropuertos internacionales de la capital rusa (Domodiedovo, Zhukovski, Vnukovo y Sheremetievo).
En tanto el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia comunicó que en la jornada las fuerzas de la defensa antiaérea del país abatieron 70 drones de ataque ucranianos: 34 sobre la región de Moscú, 14 en la de Briansk, siete en Orlov, e igual cantidad en Kaluga, así como seis en Kursk y dos en Tula.
Igualmente recordó que, durante los últimos meses, se han intensificado los ataques ucranianos con drones contra refinerías de petróleo y depósitos de combustible en Rusia, en primer término en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas.
El territorio de Crimea, que en 2014 se separó de Ucrania para reincorporarse a Rusia, es uno de los blancos predilectos para ataques e intentos de sabotaje por parte del Ejército ucraniano desde que Rusia comenzó su operación militar especial en 2022.
También las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio.
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