Los discípulos del director técnico argentino Diego Giustozzi sucumbieron la víspera ante el favorito Indonesia por 0-2, con goles a la cuenta de Syaifullah, en el minuto siete, y de Rizki Xavier (39), pese a lo cual la Federación de Fútbol de Vietnam alentó y elogió el espíritu de esfuerzo y resiliencia de sus representantes.
Desde que el Campeonato del Sudeste Asiático de fútbol sala, categoría Sub-17, comenzó a disputarse en 2001 en Malasia, el plantel vietnamita logró solo en tres ocasiones acceder a la final: en 2009, 2012 y 2024, y en todas debió conformarse con la presea plateada.
En otras tres oportunidades (2010,2013,2014) subió también al podio de premiaciones, pero en esos casos para colgarse al cuello las medallas de bronce.
El máximo ganador de estas lides es Tailandia, anfitrión de la recién finalizada justa, que archiva 13 títulos, mientras Indonesia figura como el otro equipo que logró ceñirse el cetro y lo hizo solo dos veces, en 2010 y 2024.
De cualquier modo, el conjunto vietnamita regresa a casa con la satisfacción de haber derrotado por primera vez, en la fase clasificatoria, al superfavorito Tailandia por apretado marcador de 3-2, una victoria que según reconoció el propio Giustozzi lo hizo sentirse “en la luna”.
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