El estudio de la agencia dividió en cuatro grupos los alimentos poco saludables que afectan a la población: los procesados y con aditivos; integrales de origen animal; productos de origen vegetal, y los con bajos beneficios de ácido graso.
En su estudio periódico “El Estado de la agricultura y la alimentación 2024”, la FAO evaluó el costo oculto de los sistemas agroalimentarios en relación al gasto en la salud por una mala alimentación y el impacto en el medio ambiente, lo cual, en el caso de El Salvador, alcanza la mencionada cifra.
Agrega el análisis, divulgado este domingo por el diario El Mundo, que el costo de una mala alimentación en Centroamérica, contemplando a México, se eleva a más de 141 mil 052 millones de dólares.
En una de sus precisiones la FAO estimó que el mayor costo ocurre por el bajo consumo de alimentos integrales de origen vegetal, calculado en mil 354 millones con destaque para el pobre consumo de frutas, granos enteros y vegetales, entre otros.
También es notable el costo en la salud por el uso de alimentos procesados, en los cuales tienen preponderancia los productos con alta concentración de sodio que causan pérdidas por 400 millones, carnes procesadas -como embutidos- 131 millones, bebidas endulzadas en 104 millones, entre otros.
La FAO señaló que el costo oculto de los sistemas agroalimentarios escala a cuatro mil 171 millones anuales en el caso salvadoreño al incluir el impacto ambiental por el uso de la tierra, emisión de gases y nitrógeno, así como el efecto social por la pobreza en los agricultores y la desnutrición.
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