“Se ha encontrado chaqueos (quema de vegetación) en Ixiamas, donde se están tomando las medidas necesarias”, aseguró el vicetitular de la cartera de Defensa en entrevista concedida al canal estatal Bolivia Tv.
De acuerdo con la autoridad, fueron identificados el predio y el propietario infractor de la pausa ambiental, por lo cual la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) ya ejecutó un operativo para la notificación del proceso judicial.
Insistió Calvimontes en que no se debe “bajar la guardia” ante los riesgos que representa la vegetación seca existente, ya que cualquier quema podría descontrolarse en la zona.
En este contexto, el Comando Conjunto de Reacción a Emergencias Adversas (C-CREA) de las Fuerzas Armadas se reunió con autoridades del lugar y la Alcaldía, y pactaron la realización de patrullajes preventivos.
Tales controles tienen como evitar incendios devastadores, similares a los que azotaron hace algunas semanas, principalmente a los departamentos de Beni, Pando y Santa Cruz.
El 21 de octubre último, Calvimontes aseguró que las llamas que azotaron a Bolivia durante meses estaban en punto de control.
Sostuvo entonces que “en términos generales (…) los incendios en el territorio están completamente controlados (…)”.
Calvimontes detalló que el Comando Conjunto de Respuesta Ante Eventos Adversos llevaba ya 140 días de trabajo contra los incendios forestales, desde junio, cuando empezaron los focos de calor en el territorio nacional.
En ese lapso, se logró la sofocación de 79 incendios, con seis mil 671 bomberos movilizados.
Destacó que el apoyo aéreo fue fundamental para la intervención sobre todo en Santa Cruz, el departamento más afectado por las llamas.
La autoridad detalló que se realizaron tres mil 771 operaciones de descarga de agua desde el aire, con un total de cuatro millones 649 mil 120 litros “bombardeados”.
Asimismo, la lucha contra el fuego incluyó estimulaciones de nubes, un total de nueve, las cuales consistieron en disparar yoduro de plata de forma estratégica desde aviones para generar la caída de lluvias.
Con todos estos esfuerzos, en octubre se alcanzó una situación mejor de la presentada a partir de septiembre, cuando se declaró desastre nacional por la devastación de los incendios en una extensión de casi 10 millones de hectáreas.
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