La reunión, iniciada la víspera y que debe sesionar hasta el 14 de noviembre, permitirá evaluar las resoluciones adoptadas en la cita anterior, celebrada en Ngabe, en la República del Congo, apreciar lo logrado y hacer un balance de la situación de seguridad en los dos países, dijo el vice primer ministro y titular del Interior de la RDC, Jacquemain Shabani.
Más allá de la frontera que nos separa, nuestras naciones son hermanas, apuntó el ministro y agregó que Kinshasa y Brazzaville son las dos capitales más cercanas del mundo y ese es el significado de estos encuentros, refirió la Agencia Congoleña de Prensa (ACP).
El ministro del Interior del Congo, Zéphirin Mboulou, destacó por su parte el principio de no permitir nunca que su país se convierta en base de retaguardia para una iniciativa destinada a desestabilizar a un vecino, especialmente a la hermana RDC.
“Nuestros países tienen un denominador común, se trata del Congo. Él es nuestra tierra compartida, él es nuestra riqueza, él es nuestra vida. Él fundó nuestro pueblo, él forjó nuestra cultura. Trabajemos para protegerlo de sospechas y discusiones innecesarias. Este es el mensaje que envío a los expertos”, comentó Mboulou citado por la ACP.
Entre los temas a abordar están el flujo de personas y mercancías que cruzan la frontera ilegalmente, lo que constituye una fuente potencial de inseguridad y una pérdida de ingresos para el erario público.
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