«Él (embajador) fue llamado para consultas. Y cuando ocurre esto es por un período de tiempo», precisó Vieira durante una audiencia en la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional de la Cámara de Diputados para tratar sobre Venezuela.
Caracas convocó el 30 de octubre a su embajador en el gigante sudamericano para consultas ante declaraciones emitidas por portavoces brasileños, citando específicamente al asesor especial de la Presidencia, embajador Celso Amorim.
«Aunque las circunstancias impongan una inevitable disminución del dinamismo de la relación bilateral, esto no significa en modo alguno que Brasil deba romper relaciones o algo de esa naturaleza con Venezuela», precisó el jefe de la diplomacia.
Por el contrario, subrayó, el diálogo y la negociación, y no el aislamiento son la clave para construir cualquier solución pacífica y duradera en Venezuela.
El canciller expresó además que la situación en Venezuela no debe resolverse con sanciones y aislamiento impuestos desde fuera.
Defendió que la resolución de la crisis en el país vecino, tras la justa comicial del 28 de julio, que resultó en la reelección de Maduro, sea resuelta a través del diálogo por los propios venezolanos.
La solución debe ser construida por los propios venezolanos y no impuesta desde fuera con más sanciones y aislamientos, recalcó.
Convocó a no repetir los errores que «cometimos en la época de la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente».
Una vez más, Venezuela exhortó el 2 de noviembre a la Cancillería de Brasil (Itamaraty) a desistir de inmiscuirse en sus asuntos internos, a fin de evitar el deterioro de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
El Ministerio para las Relaciones Exteriores de la nación vecina expresó en la ocasión, en un aviso, que para ello «deben asumir una conducta profesional y diplomática respetuosa», como ha demostrado Caracas a través de su política exterior.
La nota oficial señaló que la República Bolivariana encuentra «inentendible el reciente comunicado» redactado por Itamaraty, en el cual trata de engañar a la comunidad internacional, haciéndose pasar por víctimas en una situación, en la cual claramente han actuado en carácter de victimarios.
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