Enfrentamos un déficit de financiación y la crisis humanitaria en el país está cada vez con mayor magnitud y alcance, informó una declaración conjunta firmada por el coordinador residente de las Naciones Unidas, Adam Abdel Mawla, y el coordinador humanitario regional para la Crisis Siria, Ramanathan Balakrishnan.
El comunicado explica que además de los 16,7 millones de sirios necesitados de asistencia humanitaria, se incluyen también al menos 510 mil libaneses, palestinos y sirios que huyeron del Líbano a este país, desde el pasado 24 de septiembre.
Más del 75 por ciento de estos recién llegados son mujeres, niños y personas con discapacidad, detallaron los funcionarios, y señalaron que estos desplazados se vieron obligados a buscar refugio en un país que ya sufre una crisis humanitaria prolongada desde hace más de una década.
Añadieron que la mayoría de los recién llegados son acogidos por familiares y amigos en comunidades que ya enfrentan dificultades, y están accediendo a servicios proporcionados mediante mecanismos de respuesta humanitaria que ya han llegado al punto de ruptura.
Por otro lado, aclararon que, en la actualidad, se ha financiado solo un 27,5 por ciento del plan de respuesta humanitaria para Siria, que asciende a cuatro mil 70 millones de dólares.
Del mismo modo, desde el lanzamiento del llamamiento de emergencia en septiembre pasado, en el que se buscaban 324 millones de dólares adicionales para satisfacer las necesidades de los recién llegados del Líbano, la ONU ha recibido sólo 32 millones de dólares, incluida una asignación de 12 millones de dólares del Fondo Central de Emergencia.
Al concluir la declaración, Abdel Mawla y Balakrishan instaron a la comunidad de donantes a aumentar significativamente su apoyo a la respuesta humanitaria en Siria, y señalaron que los costos de la inacción serán enormes e irán más allá de la profundización del sufrimiento humano, en términos de una mayor inestabilidad en la región y mayor flujo de migración.
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