El ministro de Ambiente Robert Bouvier dijo que el objetivo último es proteger el entorno, incluida la salud, ante los efectos derivados de la generación y gestión de la basura electrónica.
Apuntó que comienza una nueva fase que es la implementación del sistema nacional de gestión de desechos electrónicos.
Recordó que todos los ciudadanos tienen productos de este tipo en sus domicilios y trabajos, en muchos casos, en volúmenes importantes.
Bouvier opinó que falta conciencia sobre el valor de estos residuos, cuya gestión ordenada puede generar empleos y mejoramiento de las condiciones ambientales.
“Hay una responsabilidad extendida que incluye al fabricante y al importador, que deben hacerse cargo de la disposición final de los residuos que ellos mismos generan”, detalló.
En esta nueva planificación se involucra a las intendencias municipales y a cooperativas de recicladores, a través de convenios próximos a concretarse. Además, se establecen metas a dos y cuatro años.
Una de las instituciones que manejan estos residuos es el Centro de innovación educativa con tecnologías digitales (Ceibal), que entre 2017 y 2024 entregó más de tres millones de tabletas y laptops a planteles educacionales y alumnos.
Ceibal representa el 14 por ciento de los residuos electrónicos que Uruguay formalmente procesa.
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