La decisión del Consejo Nacional en 1988 no fue un paso simbólico, sino que representó el objetivo central de la lucha del pueblo palestino, afirmó el mandatario en un comunicado.
Abbas subrayó que la independencia es un derecho legítimo, junto “al retorno de los refugiados, a la autodeterminación y a la libertad”.
La Declaración allanó el camino para el principio de una solución de dos Estados y una paz justa e integral basada en el derecho internacional y en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, señaló.
Asimismo, indicó, “brindó una oportunidad histórica para lograr la paz, la seguridad y la estabilidad” en la región.
El gobernante exigió otra vez el fin de la agresión israelí contra la Franja de Gaza, las incursiones militares en Cisjordania y el terrorismo practicado por los colonos judíos en ese último territorio.
También reclamó el fin de la colonización en la Ribera Occidental y los planes de desplazamiento forzado del pueblo palestino.
En este día, destacó, pedimos a la comunidad internacional apoyo para lograr la membresía plena de Palestina en la ONU.
Reafirmamos que no nos desviaremos y no transigiremos con nuestros derechos y principios nacionales, aseguró.
“Nuestra mano seguirá extendida por la paz, pero no a cualquier precio, porque la paz comienza con nuestro derecho a un Estado palestino independiente y soberano, con Jerusalén Oriental como su capital”, manifestó.
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