Dicho tema forma parte del meollo de los debates de la COP29, que sesiona hasta el 22 de noviembre en la capital de Azerbaiyán con representantes de 197 estados y la Unión Europea.
Enormes pancartas que decían “¡Paguen!”, exigiendo a las naciones ricas financiar a los estados pobres por la crisis del clima, fueron desplegadas en los asientos del estadio, a la vista de todos desde las oficinas de la presidencia de la conferencia, ubicadas en el lado opuesto del recinto.
La acción se produjo en el día temático de la COP29 sobre finanzas, en el que hay mucho en juego para asegurar compromisos monetarios que apoyen la transición global hacia el abandono de los combustibles fósiles y protejan al planeta de los impactos climáticos cada vez más extremos y frecuentes.
La cumbre mundial de este año sobre el clima ha sido bautizada como la «COP de las finanzas», pues muchas voces piden aumentar el plan actual de 100 mil millones de dólares anuales a por lo menos 1 billón de dólares por año, a fin de mitigar y adaptarse a los impactos climáticos en todo el orbe.
Es hora de que los culpables de la crisis del clima escuchen nuestro mensaje, asuman su responsabilidad y paguen, dijo a los medios Joseph Sikulu, delegado de Tonga, uno de los estados insulares del Pacífico que enfrentan amenazas crecientes debido al calentamiento global.
Sin contribuciones significativas, los nuevos planes nacionales de los países vulnerables podrían no alcanzar el objetivo de 1,5 grados Celsio en comparación con los niveles preindustriales del Acuerdo de París.
La agencia climática europea Copernicus prevé que por segundo año consecutivo la Tierra estará más caliente y por primera vez este 2024 se rebasaron esos 1,5 grados, generando fenómenos climáticos cada vez de mayor intensidad.
“No hay tiempo que perder”. Es urgente que los países desarrollados asuman la responsabilidad y el liderazgo y proporcionen suficiente financiación pública para atender las necesidades y prioridades de los países en desarrollo, en particular las urgencias de adaptación, afirmó Sandra Guzmán, delegada de México.
El mundo necesita líderes comprometidos con la justicia y la equidad; esto comienza por cumplir con los compromisos de financiación, gravar a los súper ricos, eliminar gradualmente los combustibles fósiles y exigir cuentas a los contaminadores. La crisis climática exige una acción rápida, decisiva y equitativa ahora, aseveró a la prensa Marinel Ubaldo, activista de Filipinas.
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