En la ceremonia de apertura, el presidente anfitrión, Daniel Noboa, único líder latinoamericano presente, afirmó que la Cumbre es una ocasión excepcional para posicionar a Ecuador como un país soberano, emprendedor y comprometido con el crecimiento económico.
El gobernante se refirió a los retos que enfrentan los países de la comunidad, como el combate al crimen organizado transnacional, el cambio climático, la inclusión laboral de los jóvenes y el acceso a la educación.
“Con esfuerzos coordinados podremos convertir nuestras diferencias en fortalezas”, expresó Noboa, quien afirmó que su gobierno ha trabajado para sacar adelante el evento “a pesar de todos los problemas y conflictos internos y externos”.
El titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Andrés Allmand, reconoció que sería absurdo ignorar que la región vive tiempos convulsos y añadió que el mundo necesita más multilateralismo, cooperación y solidaridad en un contexto donde la política está asediada por la fragmentación y la polarización.
Comentó que por esa razón existe una gran dificultad para generar consensos.
En la inauguración, celebrada esta noche en el Museo Pumapungo, el alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, y la canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, destacaron las cualidades de Cuenca como una ciudad patrimonial, con riqueza histórica, diversa gastronomía y de gente cálida.
Este evento tuvo lugar luego de la clausura del XV Encuentro Empresarial Iberoamericano, foro en el que cerca de mil personas del mundo de los negocios abordaron los desafíos económicos y sociales que atraviesa la región, incluida la brecha entre la oferta y la demanda laboral.
Para la jornada de este viernes está prevista la reunión de los jefes de Estado y Gobierno, la adopción de la Declaración de Cuenca y el traspaso de la secretaría pro témpore iberoamericana a España.
Si bien hay 19 delegaciones presentes de las 22 convocadas, esta es la Cumbre de menor concurrencia de líderes desde que iniciaron esos eventos en 1991.
Apenas llegaron a la ciudad andina de Cuenca el rey de España, Felipe VI; el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el jefe del Gobierno de Andorra, Xavier Espot.
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