Tras la continua llegada de numerosos refugiados desde la vecina Sudán y las precarias condiciones de los asentamientos de los migrantes forzados por la guerra, las condiciones para un auge del cólera están a la vista.
Esta Organización No Gubernamental (ONG) reportó en un comunicado el aumento de los casos en las localidades de Renk, y Malakal, en el estado del Alto Nilo, a unos 520 kilómetros al norte de esta capital, y territorio donde se albergan miles de sudaneses que huyen del conflicto armado.
Asimismo, MSF calcula el flujo de personas procedentes de Sudán en unas 800 diariamente y advierte que esta situación empeora las condiciones para sanear los brotes de la epidemia en el estado del Alto Nilo, por lo que se pidió una campaña de vacunación inmediata.
Entidades de Naciones Unidas alertan que el desplazamiento de personas por la guerra en Sudán, sumado a las grandes inundaciones en Sudán del Sur, afectan ya a 1,3 millones de personas, las cuales están en peligro de hambruna y epidemias.
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